La culebra de la gente

Abundante, y menos temerosa de las personas que otras representantes de su categoría, la culebra listada o de línea roja (Liophis anomalus) es una de las especies con mayor presencia en el territorio argentino.

Dueña de un tamaño que rara vez supera los 70 centímetros de longitud, y vestida con escamas de un marrón oliváceo y manchas negras con pintas amarillas, la culebra listada se caracteriza en términos de apariencia por contar con una delgada línea roja que –ubicada sobre el lomo del ejemplar– recorre al ofidio de la cabeza a la cola.

A cada lado del trazo rojizo pueden ubicarse, también, dos hileras amarillas que completan los rasgos de la variedad. De ojos prominentes y pupila circular, la culebra listada suele pasear por pastizales abiertos y zonas que concentren lagunas o arroyos.

En la actualidad, y siempre a partir del mes de octubre, esta culebra goza de buena presencia en las provincias argentinas de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones, Chaco, Formosa y Salta.

Fuera de las fronteras locales, según publica el portal Serpientes-Snakes, la Liophis anomalus también dice presente en diversas áreas de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay.

¿De qué se alimenta? Sapos, renacuajos y lagartijas forman parte de la dieta básica de esta especie. De hábitos diurnos, la culebra listada se aparea a partir de octubre y pone entre 6 y 15 huevos blancos durante los meses de diciembre y enero.

Carente de veneno y, por ende, inofensiva para el ser humano, la serpiente suele hinchar el cuerpo para simular ferocidad cuando se ve amenazada.

Aunque es capaz de arrojar algún que otro mordisco, distintas fuentes aseguran que suele ser bastante dócil en caso de entrar en contacto con las personas.

Imágenes: fotosaves.com.ar
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